Los viajeros siempre están pasmados por las plantas suntuosas que llenan las calles, por parques y jardines, los hay tantos que Rabat parece más un gran vedado que una ciudad. Se puede pasear por avenidas y parques todo el día, observar plantas extraordinarias y flores de una belleza excepcional. La ciudad preservó varias curiosidades, las que ayudarán a los visitantes a conocer la historia de Rabat en detalles.
Si había sólo una cosa que ver en Rabat, entonces habría que ir a la Kasbah de Oudaya.
Este pequeño barrio fortificado, ubicado en la orilla sur de la desembocadura del Río Bou Regreg, se puede considerar como uno de los lugares más pintorescos de la ciudad.Actualmente y uno de los lugares más tranquilos y encantadores de la medina de Rabat. Una serie de callejuelas se reparten dentro de las murallas de la Kasbah, casas pintadas de blanco con puertas azules y verdes, galerías de arte, riads restaurados, garitas y troneras... Todo aislado de la bulliciosa ciudad en un maravilloso silencio, que sólo se rompe con el ruido de las olas en la cercana playa, el cantar de los pájaros del jardín andalusí o los juegos de los niños.
Visitando la kasbah es indispensable detenerse en el Café Moro a saborear un té con menta y deliciosos “cuernos de gacela”.
Del cafe moro, frente al mar, se procura un paz interior , mirando la playa a la arena aterciopelada y los flujos regulares de las olas azules que tranquilamente vienen lamer los pies de los peñascos que golpeaban.
Despues de tomarse un té con menta o un cafecito, es agradable perderse en los callejones sinuosos de la medina, con sus casas coloridas y autenticas. Un encanto!!!
Un auténtico monumento de la antigüedad es el asentamiento Shellah, cuya construcción se llevó a cabo en el siglo II.Es una construcción grandiosa y bella, el proyecto nunca llegó a ser terminado. El parque más grande se llama Jardines Andaluces. La zona del parque fue trazada aun en el año 1915, hoy aquí se ubican preciosos boscajes de naranjos, cipreses y plátanos, hay también muchas flores y árboles exóticos. Las terrazas están embellecidas por fuentes y estatuas, en la parte más lejana se ubica el museo del arte de Marruecos.
Hoy en dia, este emplazamiento histórico se hizo un lugar de predilección para los turistas y protegía de vez en cuando manifestaciones culturales y artísticas. Protegida por un recinto con torres fuertes y tres puertas monumentales que reflejan el arte mérinide, Chellah protege en sus espacios intramuros de numerosos monumentos árabes-islámicos así como vestigios romanos.
|