HOSPITALIDAD
Dominado por un conjunto de usos y de tradiciones, el arte de vivir marroquí, expresión diaria de una civilización, tiene sus reglas, jamás escritas sino escrupulosamente respetadas. Muy atado a sus tradiciones, Marruecos lo es también a todas sus virtudes que son conocidas a través del mundo. Tolerancia, sentido del honor y sobretodo hospitalidad.
Dominado por un conjunto de usos y de tradiciones, el arte de vivir marroquí, expresión diaria de una civilización, tiene sus reglas, jamás escritas sino escrupulosamente respetadas. Muy atado a sus tradiciones, Marruecos lo es también a todas sus virtudes que son conocidas a través del mundo. Tolerancia, sentido del honor y sobretodo hospitalidad.
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Una hospitalidad a la vez generosa y discreta, calurosa y matizada, que sin faustos inútiles, se expresa totalmente en la ofrenda de la leche y de los dátiles. La blancura de la leche y la dulzura de un dátil demuestran el placer sentido por el huésped acogiendo a sus invitados...  El té con menta es un verdadero ritual en Marruecos. Cada comida, cada alegría nos reúne alrededor de este dulce brebaje.  La ceremonia del té marroquí es una de las tradiciones ancestrales que jamás perderá su autenticidad y su magia. Siempre es compartido con los amigos, la familia y toda persona que llama a la puerta, un gesto de amistad y de convivialidad que no se debe negar a riesgo de lastimar a su huésped! |
