UN NUEVO RUMBO
Ahí está él, otra vez. Lo veo a escondida entre las tiendas de la medina... Los dátiles y las especias, reflejan el exacto pensamiento que viene a mi mente al verlo, dulce su sonrisa como los dulces, panecillos y dátiles que venden en los puestos y fuerte su mirada como las especias que dan sabor a nuestros platillos y nos hace especiales y diferentes de todos….Y le quiero en silencio.
El es misterioso como Marruecos, mi hermosa tierra, mi Marruecos, que me vio nacer… nacer, crecer, crecer y vivir en el, vivir en el hasta mis dulces 17 años, y ahí estaba nuevamente embelesada mirándole. No debo ser tan obvia, debo verlo a través de los espejos, si, los espejos, así no lo notará.
El es misterioso como Marruecos, mi hermosa tierra, mi Marruecos, que me vio nacer… nacer, crecer, crecer y vivir en el, vivir en el hasta mis dulces 17 años, y ahí estaba nuevamente embelesada mirándole. No debo ser tan obvia, debo verlo a través de los espejos, si, los espejos, así no lo notará.
Y veo como sonríe a las clientas mientras explica su producto en lenguaje bereber. En la medina hay de todo, desde oro para adornar a las novias en su día, hasta hermosos velos y conjuntos de vestidos que algunas veces me dejan horas adorándolos. Mientras los veo, me encuentro otra vez con él y su sonrisa ilumina la pequeña tienda y me muevo de espejo en espejo para no perderme ni un solo gesto suyo, e imito involuntariamente sus movimientos y sus expresiones, espiándolo trás una cortina de la tienda.
El supo que pasaría por ahí porque me esperaba sigiloso entre las telas.
Desde entonces nos vemos en un lugar distinto cada vez, vamos al desierto y pasamos la mañana observando el mar de arena y camellos que pasan. Me muestra lugares que no conozco y me enseña las maravillas de mi Marruecos, jugamos entre las ruinas como niños que no terminan de crecer, visitamos las cercanías de los palacios llenos de adornos como una hermosa novia ataviada de velos y joyas, lista para la fiesta, me cuenta historias fantásticas, como la historia de amor de ISLI Y TISLIT. Nos sentamos en las hermosas fuentes de los patios adornadas de sublimes formas, y el las compara con las comisuras de mis labios, juega con mi cabello y me hace promesas en el oído, paseamos por las callejuelas sin salida, y todo lo veo distinto, más bello aun de lo que es todo, amor que despierta la ilusión dentro de mí, a su lado todo es mejor.
Desde entonces nos vemos en un lugar distinto cada vez, vamos al desierto y pasamos la mañana observando el mar de arena y camellos que pasan. Me muestra lugares que no conozco y me enseña las maravillas de mi Marruecos, jugamos entre las ruinas como niños que no terminan de crecer, visitamos las cercanías de los palacios llenos de adornos como una hermosa novia ataviada de velos y joyas, lista para la fiesta, me cuenta historias fantásticas, como la historia de amor de ISLI Y TISLIT. Nos sentamos en las hermosas fuentes de los patios adornadas de sublimes formas, y el las compara con las comisuras de mis labios, juega con mi cabello y me hace promesas en el oído, paseamos por las callejuelas sin salida, y todo lo veo distinto, más bello aun de lo que es todo, amor que despierta la ilusión dentro de mí, a su lado todo es mejor.
Me pide tomar asiento y me dice que pronto se marchara a Marrakech, ha aprendido inglés y francés para trabajar como guía con los turistas. Es un lugar hermoso y sé que lo conoceré pronto, allá trabajara y ganara mas para poder comprar una tienda propia en la medina de Rabat, venderá hermosas lamparas y juegos de té que pinta el mismo. Me ha prometido escribirme y buscarme al volver.
El tiempo pasa y el reproche de mis ojos en la imagen reflejada en los espejos me dicen que el no está ahí... y aunque lo sé, sigo paseando en la medina, recorro los patios de las casas y los palacios y me siento en las fuentes a recordar nuestras charlas. Tomo el té con amigas que me invitan para distraerme, vamos a los museos y visitamos varios lugares donde aprendo cada día más acerca de mi ciudad, pintamos con henna nuestras manos y hablamos del futuro.
Y llega el dia de mi partida. Hoy decido moverme de ciudad, mi refugio será El Jadida. Ahí sanare mi alma y en mi soledad, olvidare poco a poco lo vivido por los dos. Recostare mi alma en las dulces arenas, mirare las nubes pasar e irse y con cada una dejare ir un recuerdo tuyo, un beso, una palabra, una sonrisa, una mirada, mirada ardiente como el sol que quemara mi alma con sus rayos benditos hasta ocultarse en el durmiente cielo de la tarde.
Ahí dejare mi alma vieja y reconstruiré una nueva, como la primera vez que nos miramos, las miradas a través de los espejos, y mirare al futuro con deseo de llegar a él, abrazare el viento para que me lleve con él, y seamos nuevos otra vez, como cada soplo que pasa a cada instante, nuevo, sin ser tocado, cada soplo de brisa sin ser aspirado…
NO!!! Otra vez no!!! No caeré en el recuerdo, buscare de nuevo el cielo, me recostare en la arena y ahí, en el Jadida, pasare los días hasta no saber de ti, ni de mi, ni del tiempo….
NO!!! Otra vez no!!! No caeré en el recuerdo, buscare de nuevo el cielo, me recostare en la arena y ahí, en el Jadida, pasare los días hasta no saber de ti, ni de mi, ni del tiempo….
Para mis amigos de Good Morning MArruecos...
Marisol FernandeZ
Marisol FernandeZ
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