Para los marroquíes baile y cantos son inseparables...
AHIDOUS: Baile acompañado por canto, el ahidous no es solo la diversión preferida de los bereberes (de Marruecos central), sino que es sobre todo su medio más completo y más vivo de expresión. Se baila con ocasión de las menores fiestas y hasta, el verano, después de la cosecha, casi cada tarde en los pueblos.
Los bailarines se ponen en círculo, en semicírculo, o sobre dos filas que se hacen frente, a hombres solos, mujeres solas, o, hombres y mujeres alternados, estrechamente apretados, hombro contra hombro, forman bloque. El baile es ritmado a la pandereta y por palmoteo. Los movimientos son colectivos; es un pisoteo, un temblor que se propaga, entrecortado de ondulaciones anchas, ráfagas de viento sobre los trigos. Por su holgura y su conjunto, testimonian un sentido del ritmo notable
AHOUACH: Es un baile fatigoso pero muy bello. Las mujeres apretadas en un codo a codo frenético, cercan a los músicos y ondulan de las caderas sobre un ritmo que va apresurándose al sonido de una pandereta. Es también una danza bereber.
EL GUEDRA, EL BAILE EMBLEMÁTICO DEL SÁHARA : El baile de las manos es el más impressionante: Este baile es interpretado por una o varias mujeres, cubiertas de velos de color azul y arrodilladas en el centro de un círculo de músicos; se levantan en espasmos sincopados y acelerados, ondulando las manos en toda dirección y entran poco a poco en trance, ejecutando movimientos convulsivos de la cabeza meneando sus trenzas , luego recaen agotadas, rechazando progresivamente sus velos .
LA DANZA DE "GNAWA": Los Gnawas son originarios de África en el sur de Sáhara (Senegal, Mali, Mauritania, Níger), vasto territorio que corresponde más o menos al antiguo reino de Ghana. Se implantaron en Marruecos a partir del siglo XIV y permanecen los testigos vivos de un interculturalidad donde se derritieron prácticas culturales, musicales y místicas musulmanas a la vez árabes, beréberes y negroafricanas.
Descendientes de esclavos, los Gnawas transmiten el ritual cantado y bailado que acompaña el "lila" (la velada). La velada, que se considera su rito principal, es a la vez un concierto musical, un tipo de teatro arcaico, una continuación de bailes y de cantos poéticos a la gloria de sus antepasados, pero también la expresión simbólica de una minoría, de una memoria atada a la cautividad, a la esclavitud, al sufrimiento, al exilio, a la nostalgia de una tierra mítica así como un acceso momentáneo a la divinidad. Estas veladas que tendrían un poder de curación, son unas noches donde la melopea terapéutica Gnawi se interpreta en todas sus formas. Este ritual antiestrés y antidepresivo, llevando el cuerpo hasta el fin del trance para liberarlo de su mal "vibraciones" es bonitamente definido " como un aturdimiento del oído y un remolino del alma ".
REGGADA: El Reggada es una danza tradicional y música nacida en la región marroquí del Rif en el norte-este de Marruecos. Esta danza proviene de una antigua danza guerrera de combatientes rifeños. Los guerreros bailaban en la victoria sobre el enemigo, de ahí el uso de la pistola, golpeaban el suelo con los pies al ritmo de la música para simbolizar la pertenencia a la tierra.
AHIDOUS: Baile acompañado por canto, el ahidous no es solo la diversión preferida de los bereberes (de Marruecos central), sino que es sobre todo su medio más completo y más vivo de expresión. Se baila con ocasión de las menores fiestas y hasta, el verano, después de la cosecha, casi cada tarde en los pueblos.
Los bailarines se ponen en círculo, en semicírculo, o sobre dos filas que se hacen frente, a hombres solos, mujeres solas, o, hombres y mujeres alternados, estrechamente apretados, hombro contra hombro, forman bloque. El baile es ritmado a la pandereta y por palmoteo. Los movimientos son colectivos; es un pisoteo, un temblor que se propaga, entrecortado de ondulaciones anchas, ráfagas de viento sobre los trigos. Por su holgura y su conjunto, testimonian un sentido del ritmo notable
Descendientes de esclavos, los Gnawas transmiten el ritual cantado y bailado que acompaña el "lila" (la velada). La velada, que se considera su rito principal, es a la vez un concierto musical, un tipo de teatro arcaico, una continuación de bailes y de cantos poéticos a la gloria de sus antepasados, pero también la expresión simbólica de una minoría, de una memoria atada a la cautividad, a la esclavitud, al sufrimiento, al exilio, a la nostalgia de una tierra mítica así como un acceso momentáneo a la divinidad. Estas veladas que tendrían un poder de curación, son unas noches donde la melopea terapéutica Gnawi se interpreta en todas sus formas. Este ritual antiestrés y antidepresivo, llevando el cuerpo hasta el fin del trance para liberarlo de su mal "vibraciones" es bonitamente definido " como un aturdimiento del oído y un remolino del alma ".
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